martes, 26 de marzo de 2024

BUÑUELOS DE VIENTO RELLENOS (OTRA FÓRMULA)

Estamos en plena Semana Santa, y junto con las torrijas, los buñuelos son típicos de estas fechas.

Aunque ya tengo una receta de buñuelos de viento en el blog, me gusta probar nuevas recetas y asi ver cual me gusta más. Esta receta es tan buena como la otra, asi que dejo a vuestra elección cual probar. La diferencia principal radica en que esta masa de buñuelos no lleva leche y lleva menos huevos, aunque la crema pastelera si lleva más de estos ingredientes, pero siempre podéis preparar la de la otra receta.

Si es la primera vez que váis a hacer buñuelos os aconsejo seguir el paso a paso de la otra receta que publiqué, de esta manera se os hará más fácil la elaboración.













Ingredientes (para unas 50 piezas):


Para los buñuelos:
250 gr de agua
100 gr de mantequilla o margarina (yo usé mantequilla)
125 gr de harina de trigo normal de todo uso
3 o 4 huevos (depende de lo que absorba la harina, cada una es diferente)
1 pizca de sal
Azúcar y canela para rebozarlos una vez fritos

Para la crema pastelera:

40 gr de harina fina de maíz (Maicena)
20 gr de azúcar vainillado
4 yemas de huevo
120 gr de azúcar
600 gr de leche
1 palito de canela
1 trozo de cáscara de limón sin la parte blanca
1 trozo de cáscara de mandarina o naranja sin la parte blanca 
















Preparación tradicional:

Comenzamos preparando la crema pastelera, para que esté fría una vez hayamos terminado de freír los buñuelos. Para ello separamos parte de la leche en un vaso y el resto lo ponemos a hervir con el azúcar, el palito de canela y las pieles de los cítricos.
En un tazón a parte batimos las yemas de huevo con la harina de maíz y vamos añadiendo la leche que teníamos reservada en un vaso (tiene que estar fría o a temperatura ambiente) y removemos hasta que no nos quede ningún grumo. 
Retiramos la leche hirviendo del fuego, sacamos la canela y las pieles de los cítricos y poco a poco sin dejar de remover con unas varillas vamos agregando la mezcla de yemas, harina de maíz y leche. Ponemos de nuevo al fuego esta mezcla y removemos hasta que espese y tenga la textura deseada (una vez fría espesa aún más). 
La pasamos a otro recipiente para que enfríe y la reservamos hasta el momento de usarla.

Una vez que tenemos la crema nos ponemos con los buñuelos. Para ello, en una cazuela ponemos a calentar hasta que hierva, el agua, la mantequilla y la sal. Una vez esté hirviendo incorporamos toda la harina de golpe y removemos sin parar con una cuchara de madera hasta que se forme una bola que se despegue de las paredes de la cazuela. Separamos del fuego y dejamos templar unos minutos. 
Una vez templada la masa, añadimos los huevos de uno en uno y no añadimos el siguiente hasta que el anterior no esté bien integrado. Removemos hasta que no queden grumos y quede una crema lisa y densa.
Metemos la crema en una manga pastelera con boquilla lisa de como mínimo 2 centímetros (yo uso la misma que para las croquetas). 
Ponemos una sartén al fuego con aceite de girasol y dejamos que caliente a fuego medio. Cogemos la manga pastelera con la masa de los buñuelos y vamos sacando puntos del tamaño de una avellana grande cortándolos con unas tijeras según salen y dejando que caigan en el aceite caliente (siempre poniéndonos lo más cerca posible de la sartén para que no salpiquen al caer y nos quemen). Freír hasta que crezcan y se doren al gusto, ellos solos se van a ir dando la vuelta, pero si no lo hicieran siempre podemos ayudarnos de unos tenedores. Sacar a un plato o bandeja con papel absorbente para que escurran el exceso de aceite y pasar por azúcar con canela.
Una vez templados o fríos ponemos la crema pastelera que habíamos elaborado anteriormente en una manga pastelera o en una pistola de pastelería con boquilla de inyectar o una boquilla pequeña y rellenar los buñuelos.

Nota: lo más típico es rellenarlos con crema pastelera, pero se pueden rellenar con crema de café, crema de chocolate, crema al licor, nata montada, trufa, cabello de ángel...




























Preparación en Thermomix o Mycook:

Comenzamos preparando la crema pastelera, para ello ponemos todos los ingredientes en el vaso y programamos 6 minutos, temperatura 100ª, velocidad 3 (si se desea más espesa se puede dejar un minuto o dos más). Hay que tener en cuenta que al enfriar espesa más. Una vez termine el tiempo la pasamos a otro recipiente para que enfrie.

Una vez que tenemos la crema lavamos el vaso y nos ponemos con la masa de los buñuelos. Echamos en el vaso el agua, la mantequilla y la sal y programamos 5 minutos, 100ª, velocidad 4. Una vez termine el tiempo, y con el líquido hirviendo, agregamos la harina de golpe y mezclamos unos segundos en velocidad 4. Incorporamos los huevos de uno en uno, agregando el siguiente una vez que el anterior esté bien integrado a la masa (ha de quedar una crema lisa y densa). 
Metemos la crema en una manga pastelera con boquilla lisa de como mínimo 2 centímetros (yo uso la misma que para las croquetas). 
Ponemos una sartén al fuego con aceite de girasol y dejamos que caliente a fuego medio. Cogemos la manga pastelera con la masa de los buñuelos y vamos sacando puntos del tamaño de una avellana grande cortándolos con unas tijeras según salen y dejando que caigan en el aceite caliente (siempre poniéndonos lo más cerca posible de la sartén para que no salpiquen al caer y nos quemen). Freír hasta que crezcan y se doren al gusto, ellos solos se van a ir dando la vuelta, pero si no lo hicieran siempre podemos ayudarnos de unos tenedores. Sacar a un plato o bandeja con papel absorbente para que escurran el exceso de aceite y pasar por azúcar con canela.
Una vez templados o fríos ponemos la crema pastelera que habíamos elaborado anteriormente en una manga pastelera o en una pistola de pastelería con boquilla de inyectar o una boquilla pequeña y rellenar los buñuelos.

Nota: lo más típico es rellenarlos con crema pastelera, pero se pueden rellenar con crema de café, crema de chocolate, crema al licor, nata montada, trufa, cabello de ángel...

Fuente: Bram del blog "Las tentaciones de los Santos" 

jueves, 21 de marzo de 2024

OREJA DE CERDO AL AJILLO

Esta receta de oreja al ajillo es una tapa muy típica sobre todo en la zona de Madrid. Su sabor no tiene nada que ver al del sabor de la oreja en el cocido, queda riquísima y apetecible. Os animo a probarla.

Un consejo, merece más la pena comprar la oreja ya cocida que comprarla en crudo, pues en crudo merma mucho y podemos pasarnos al cocerla. El precio de la oreja ya cocida en mi caso y en mi zona es prácticamente el mismo que el de la oreja en crudo, asi que también tiene la ventaja que ahorro el tiempo de cocerla.

Ingredientes:

1/2 kg de oreja de cerdo cocida

3 dientes de ajo

2 cucharadas de perejil picado

1 cucharadita de pimentón dulce o picante (al gusto)

1/2 vaso de vino blanco

Sal y pimienta



Preparación:

Comenzamos troceando la oreja cocida.

Si no encontráseis la oreja ya cocida podéis cocerla vosotros mismos en una cazuela con agua, sal y unas hojas de laurel hasta que esté tierna pero no demasiado blanda.

Ponemos una sartén al fuego y salteamos la oreja en su propia grasa hasta que veamos que se ha dorado y está crujiente. Podéis tapar la sartén porque salpica un poco.

Una vez que se ha dorado la retiramos a un plato dejando la grasa en la sartén.

En esta misma grasa salteamos los ajos laminados o picados (como más os guste) y antes de que comiencen a dorarse en exceso separamos la sartén del fuego y añadimos el pimentón, la oreja y el vino blanco.

Vamos sofriendo todo hasta que el líquido se reduzca y quede seco, de esta forma también se evapora el alcohol del vino.

Espolvoreamos con perejil fresco recién picado y servimos bien caliente.