miércoles, 23 de noviembre de 2022

BEBIDA VEGETAL DE AVENA CASERA

Hace unos años que comenzó a sentarme mal la leche animal, hasta el punto de pasarlo realmente mal nada más terminar de desayunar. Probé a cambiar mi desayuno por yogur, zumo, infusiones... pero echaba de menos poder tomar un café que me activase por la mañana. Todo cambió cuando decidí probar a preparar en casa esta bebida de avena. ¡Por fin puedo disfrutar de mi café cremoso! además de beneficiarme de todas las grandes propiedades de la avena. Me sacia a la vez que es ligera y el mucílago me protege por dentro. 

Además es tan rápida de preparar que no merece la pena comprarla hecha, y así evitamos tomar ingredientes y azúcares extras e innecesarios que llevan las bebidas vegetales industriales.



Ingredientes:

50 gr de copos de avena

1 pizca de sal

1 cucharada de panela o el endulzante que uséis habitualmente

1 cucharada de semillas de sésamo tostado (aportan calcio)

1 litro de agua a 70ºC aprox.


Preparación:

Comenzamos poniendo a calentar el agua. Yo lo hago en un hervidor pero puede hacerse en una cazuela al fuego. La retiro cuando comienza a burbujear por el fondo, aunque también podéis medir la temperatura con un termómetro de cocina. Yo con la práctica he aprendido a distinguir la temperatura que tiene porque cambia el sonido que emite el agua en el hervidor. Aproximadamente tiene que estar a unos 70ºC pues si nos pasamos de temperatura puede quedarnos la bebida muy espesa y la textura ya no es tan agradable.

Mientras hierve el agua, pesamos directamente en el vaso batidor los copos de avena y añadimos el resto de ingredientes. Una vez que el agua ha llegado a la temperatura ideal (unos 70ºC) la añadimos y trituramos todo con la batidora. Dejamos reposar la mezcla 5 minutos.

Una vez que han pasado los 5 minutos (no pasa nada si son más), filtramos la bebida obtenida con un colador fino, gasa o tamiz estrujando bien la masa de avena que nos queda para sacarle bien todo el mucílago, que tiene gran cantidad de propiedades y es lo que nos dará la cremosidad a la bebida.

Ya sólo nos queda tomarla como más nos guste. Yo habitualmente la tomo con café,  aunque otras veces la añado a infusiones o la aromatizo con cáscara de limón y canela (se añade la ralladura de limón y la canela con el resto de ingredientes antes de triturar). Si os gustan otras especias aromatizantes también podéis usarlas (hinojo, clavo, anís estrellado, canela, jenjibre...) ¡Hay muchas posibilidades!

domingo, 13 de noviembre de 2022

EMPANADA BERCIANA O DE ACELGAS Y CARNE CON MASA AL MOMENTO

Una empanada muy típica en El Bierzo, la empanada berciana o de acelgas. Cada casa tiene una receta, cambiando a veces la carne, pero la base es esta que os comparto.



La masa que uso para todas mis empanadas actualmente es la que os compartí anteriormente, la masa al momento (pinchar en el enlace para verla). Se prepara como bien dice su nombre en el momento y es una de las más ricas que podáis probar, dicho por todos los que prueban las empanadas que hago habitualmente. No os defraudará y más fácil no puede ser.

Relleno:

1 manojo de acelgas

1 cebolla grande

1 pimiento rojo

2 dientes de ajo

2 chorizos frescos

2 lonchas gruesas de panceta o bacon

Aceite de oliva

1 pizca de sal

4 huevos cocidos

2 patatas medianas (opcional)



Preparación:

Lo primero es lavar bien las hojas de acelgas y las pencas y picarlas. Reservamos.

En una cazuela o sartén grande ponemos unas cucharadas de aceite de oliva y sofreímos la cebolla y el pimiento bien picados, añadimos una pizca de sal. Cuando casi estén sofritos añadimos la panceta picada en tiras y los chorizos picados en cubitos. Sofreímos todo junto un par de minutos, dejamos que la carne suelte su grasa. Retiramos el sofrito hacia los lados de la cazuela y en la grasa que ha soltado la carne sofreímos los dientes de ajo muy picados, antes de que se empiecen a dorar añadimos las hojas y pencas de acelgas que teníamos reservadas, las mezclamos y dejamos que las hojas se reduzcan y retiramos del fuego.

De manera opcional también se pueden añadir patatas picadas en lascas, no hace falta cocinarlas, pues se cocinarán en el horno a la vez que la empanada.

Cocemos los huevos, los pelamos y los añadimos al relleno.

Dejamos templar o enfriar mientras preparamos la masa.


Para preparar la empanada dividimos la masa en dos partes y las estiramos sobre dos papeles de horno o silpat, uno para la base y otra para la tapa de la empanada. Hay que estirarla dejándola bien fina, de un grosor de unos 3 mm. Veréis que fácil se estira, es una masa muy resistente y a la vez muy elástica.

Sobre la base ponemos el relleno que debe de estar templado o frío y cubrimos con la tapa de la empanada. Cerramos presionando por los bordes una masa contra otra y con ayuda de los dedos formamos el cordón de la empanada. 

Abrimos un agujero en el centro para que haga efecto chimenea y la empanada no se hinche en el horno. Decoramos la empanada a nuestro gusto, con los recortes de masa que nos hayan sobrado.

Pintamos la empanada con huevo batido con una pizca de sal y la picamos con la punta de un cuchillo o un tenedor por toda la superficie.

Llevamos al horno precalentado a 200ºC durante 40 minutos.

Sacamos, dejamos templar o enfriar y... ¡a disfrutar!




EMPANADA CON MASA AL MOMENTO


Desde que probé esta masa de empanada ha pasado a ser la favorita en casa. Se prepara en el momento como su nombre indica, sin necesidad de levados y quedan unas empanadas espectaculares. Suelo utilizarla para preparar empanadas con todo tipo de rellenos: de acelgas, de atún, pisto...incluso sirve para preparar empanadas dulces.

Aquí en El Bierzo la empanada es muy típica y he preparado muchas con esta masa para varios eventos familiares y a todos les ha encantado.

Es una masa muy fácil de manejar, con un tacto parecido a la plastilina. No se pega nada a las manos ni a las superficies. Y es peculiar el hojaldrado que coge en el horno, pero quedando a su vez consistente. Para mi fue todo un descubrimiento encontrarla, ya no hago otra. De hecho, he llegado a utilizarla para preparar quichés, empanadillas fritas y horneadas y orejas de carnaval y siempre queda perfecta, ¡vale para todo!

No dejéis de probarla, ¡os encantará!




Ingredientes:

650 gr de harina para todo uso 

130 ml de leche

130 ml de vino blanco

130 ml de aceite de girasol u oliva o aceite del guiso de la empanada

1 huevo batido

1 cucharadita de sal

1 cucharatita de pimentón dulce (opcional)


Preparación:

Empezamos poniendo la harina en un bol amplio o en la encimera y hacemos un hueco en el centro como si fuera un volcán. 

Añadimos los ingredientes líquidos, la sal y el pimentón (el pimentón es opcional, se añade si le queremos dar un toque de color y sabor a la masa) y empezamos a integrar la harina con ayuda de una cuchara de madera. 

Cuando veamos que se nos hace difícil seguir removiendo con la cuchara empezamos a amasar con las manos.

Si estábamos trabajando en un bol pasamos la masa a la encimera y la amasamos unos minutos hasta conseguir una masa lisa y elástica. Si no os quedase elástica podéis añadir un poquito más de leche, no todas las harinas absorben la misma cantidad de líquido y a veces podría pasar.

Para preparar la empanada dividimos la masa en dos partes y las estiramos sobre dos papeles de horno o silpat, uno para la base y otra para la tapa de la empanada. Hay que estirarla dejándola bien fina, de un grosor de unos 3 mm. Veréis que fácil se estira, es una masa muy resistente y a la vez muy elástica.

Sobre la base ponemos el relleno que hayamos elegido y cubrimos con la tapa de la empanada. Cerramos presionando por los bordes una masa contra otra y con ayuda de los dedos formamos el cordón de la empanada. 

Abrimos un agujero en el centro para que haga efecto chimenea y la empanada no se hinche en el horno. Decoramos la empanada a nuestro gusto, con los recortes de masa que nos hayan sobrado.

Pintamos la empanada con huevo batido con una pizca de sal y la picamos con la punta de un cuchillo o un tenedor por toda la superficie.

Llevamos al horno precalentado a 200ºC durante 40 minutos.

Sacamos, dejamos templar o enfriar y... ¡a disfrutar!