Llevaba días con ganas de preparar rosquillas, y el domingo pasado me puse a ello.
Con esta receta quedan unas rosquillas blanditas y esponjosas, como las de toda la vida. Más tarde me he enterado que además son típicas de estas fechas que tenemos a la vuelta de la esquina, la Semana Santa.
Con esta receta quedan unas rosquillas blanditas y esponjosas, como las de toda la vida. Más tarde me he enterado que además son típicas de estas fechas que tenemos a la vuelta de la esquina, la Semana Santa.
Gustaron mucho, todo el mundo me pedía la receta, asi que la publico aquí en el blog y así se que no se me perderá para prepararla en más ocasiones.
Las medidas están en tazas, pero os las dejo también en mililitros y en gramos para quienes no le guste medir en tazas, aunque es comodísima, no tener que pesar cada ingrediente, y salen perfectas así.
Además las preparé sin lactosa, para que la peque también pudiera comerlas. Para esta receta es muy sencillo, tan sólo hay que sustituir la leche entera normal por leche sin lactosa.
Además las preparé sin lactosa, para que la peque también pudiera comerlas. Para esta receta es muy sencillo, tan sólo hay que sustituir la leche entera normal por leche sin lactosa.
Espero que os guste.
Ingredientes:
1 taza de leche (240 ml) (en mi caso sin lactosa)
1/2 taza de aceite de girasol o de oliva suave (120 ml)
1 corteza de naranja
1/2 taza de anís (tipo anís del mono)
1 cucharadita de anís en grano (opcional)
1/2 taza de azúcar
1 huevo
1 sobre de levadura química o polvo de hornear (16 gr)
Harina la que admita (900 gr aproximadamente, según harinas)
Aceite de oliva y girasol para freír
Azúcar y canela en polvo para el rebozado
Preparación:
Comenzamos poniendo a hervir la leche junto con el aceite, el anís y la corteza de naranja. Yo tenía en el especiero un botecito de anís en grano y aproveché para añadirle una cucharadita machacado en el mortero (que no sea el de madera donde majáis el ajo, porque se os quedará con sabor a ajo también, yo tengo uno de piedra que no coje sabores).
En un bol, poner 2 tazas de harina junto con la levadura, ir incorporando la leche templada con el resto de los ingredientes (menos la corteza de naranja) y el huevo batido. Cuando esté todo bien mezclado, ir añadiendo más harina poco a poco hasta que la masa quede con una consistencia parecida a la de la plastilina.
Poner una sartén al fuego con aceite de oliva suave o mezcla de oliva y girasol para freír, con bastante aceite.
Dar forma a las rosquillas (hacerlas finitas, pues luego en la sartén crecen mucho) y freír a fuego medio para que se hagan bien por dentro.
Una vez fritas escurrirlas sobre papel absorbente y enseguida pasarlas al azúcar con canela.
Con lo que me gustan las rosquillas, me llevo tu receta y ya te contaré :) Te han quedado estupendas. Besinos.
ResponderEliminarA mi me encantan, hace mucho que no las hago. yo también les añado como tu una copita de anís.
ResponderEliminarbesos
Rsoquillas! Madre mía, que ganas tengo de hacerlas... yo las haré al horno, que me parecen más ligeras, pero la receta es muy similar, son una delicia!
ResponderEliminarYo tenia tiempo buscando la receta. Las harè. gracias por compartirla
ResponderEliminary cuando le ponemos el huevo
ResponderEliminarGracias a tod@s por los comentarios!!
ResponderEliminarAnónimo, el huevo se pone después de la leche. Lee la receta, está indicado.
Saludos!!
Al fin encuentro la receta de este platillo, gracias. Pienso acompañar los chiles rellenos con salmón con esta opción, espero la combinación sea deliciosa para mi familia. En esta temporada de Semana Santa y Vigilia, disfruto mucho de aquellos alimentos que tengan pescado en sus ingredientes.
ResponderEliminarNoelia Jimenez, espero que te gustasen las dos recetas y las probaras. Si vuelves por aquí me encantaría que me contases si te gustaron.
ResponderEliminarUn saludo