martes, 17 de mayo de 2016

QUICHE DE CALABACÍN, BACON Y BRÓCOLI PASO A PASO (VERSIÓN TRADICIONAL Y SIN LACTOSA) (HORNO Y SARTENES AMC)

Una de las recetas que mejor soluciona una cena es una quiché, acompañada de una ensalada, cena completa.
Yo en este caso aproveché que me había quedado una masa quebrada del cumpleaños de la peque para prepararla. También se puede hacer con masa quebrada casera, que ya os pondré la receta. Los ingredientes podéis variarlos a vuestro gusto. Y el método de horneado si disponéis de sartenes de acero AMC os aconsejo que lo probéis, queda perfecta, mucho más jugosa y sabrosa que en el horno y asi no tenemos que encender el horno, con el consecuente ahorro de tiempo y de energía.


Ingredientes (para 4-6 personas):

Una lámina de masa quebrada
1/2 calabacín no muy grande
1 trocito de brócoli
3 lonchas de bacon ahumado
2 huevos
2 o 3 cucharadas de nata líquida
Queso rallado (opcional)
Sal
Pimienta


Ingredientes (para la versión sin lactosa):


Una lámina de masa quebrada
1/2 calabacín no muy grande
1 trocito de brócoli
3 lonchas de bacon ahumado
2 huevos
2 cucharadas de queso crema sin lactosa (yo uso Quescrem)
2 o 3 cucharadas de leche sin lactosa
Queso rallado sin lactosa (opcional)
Sal
Pimienta

Preparación en el horno:


En primer lugar forramos el molde para quiché con papel de horno. Si el molde es rizado os recomiendo mojar el papel de horno un poco para que se adapte mejor a las formas. Es un buen truco y os sorprenderá porque no se rompe a pesar de mojarlo.

Extendemos la lámina de masa quebrada y la colocamos sobre el papel de horno, la aplastamos bien con las manos para que se adapte bien al molde. La pinchamos bien con un tenedor y colocamos unos garbanzos o un peso sobre la masa para evitar que suba. La horneamos unos 15 minutos a 180ºC hasta que comience a estar dorada.

Mientras la base se hornea, picamos el calabacín y el bacon al gusto, salpimentamos. Los colocamos en un plato y los llevamos al microondas a máxima potencia durante 3 o 4 minutos. Tapar el plato con la tapa para microondas pues el bacon salta.

Batimos los huevos y la nata (o los huevos y el queso crema y la leche si es la versión sin lactosa), salpimentamos y los juntamos con el calabacín y el bacon y lo mezclamos todo. Podemos agregarle un puñado de queso rallado también si os gusta.

Vertemos la mezcla sobre la base, colocamos unas lascas de parmesano y unas florecillas de brócoli.


Horneamos a 200ºC hasta que esté bien hecha y dorada, unos 20-25 minutos. Pero ir mirando pues dependerá del tamaño de vuestra quiché y de vuestro horno.



Preparación en AMC:


Piezas recomendadas AMC para preparar la receta:

Sartén de 24 cm (para una quiché para 4-6 personas)
Sartén de 28 cm (para una quiché para 6-8 personas)
Sartén paellera de 32 cm (para una quiché para 8-10 personas)

Comenzamos colocando la masa sobre papel de horno y cortamos la forma redonda con ayuda de la tapa de la sartén, simplemente apretando sobre la masa y cortando con ayuda de un cuchillo. Recortamos el papel de horno dejando 1 cm de borde alrededor de la masa.

Calentamos la sartén a fuego máximo sobre el Navigenio (al 6) y colocamos el avisador en el símbolo de chuleta. Mientras, en la picadora de AMC picamos el calabacín y el bacon con el accesorio de cuchillas. Cuando tengamos picado el calabacín y el bacon, sin sacarlos cambiamos el accesorio y ponemos el aspa batidora y echamos los huevos, la nata y una pizca de sal y otra de pimienta.

Cuando el avisador nos avise de que la sartén está caliente, bajamos el fuego a la mitad (al 3).

Cogemos la masa que teníamos preparada y la metemos en la sartén (con papel y todo), la pinchamos un poco con un tenedor y colocamos los ingredientes que tenemos preparados en la picadora, cortamos unas flores de brócoli y las colocamos, y por último añadimos un poco de queso rallado.

Le damos la vuelta al Navigenio, encendemos en la primera posición de la primera raya (-) y en el avisador marcamos 4 minutos.

Cuando terminen los 4 minutos nos avisará, apagamos el Navigenio y el avisador y dejamos que se termine de hornear con el calor residual hasta que quede a nuestro gusto.

Nota:

La ventaja de prepararla en AMC es que podemos añadir todos los ingredientes en crudo y quedan todos cocinados a la perfección y en su punto, a pesar de que nos lleva mucho menos tiempo. La quiché queda más sabrosa sin añadir tanta sal como añadiríamos para hacerla en el horno, consumimos muchísima menos energía (ahorrando en nuestra factura de la luz y cuidando el medio ambiente) y los alimentos conservan mejor todas sus propiedades al no cocinarse a altas temperaturas.

viernes, 6 de mayo de 2016

TARTA MOUSSE DE FRESA CON BOMBA DE PISTACHO

Aprovechando que estamos en plena temporada de fresas os traigo esta tarta que preparé hace ya unos años, pero las fotos habían quedado perdidas en una de las muchas carpetas de mi disco duro. Es una tarta muy bonita y resultona además de rica. Os animo a prepararla, no os asustéis por la cantidad de pasos, es más rápida de preparar que de explicar.
La terminación como podéis ver no quedó todo lo perfecta que yo quería, pero tras un viaje y un día primaveral con un poquito de calor, el desmoldado de la mousse no quedó bien liso.
Como anécdota os cuento que me pasé unas cuantas horas pelando los pistachos que decoran la tarta y que van en la mousse central a mano uno por uno. Ahora sé que metiéndolos en agua caliente la piel sale casi sola, luego se dejan secar y listo.


Ingredientes:


Base de bizcocho:

2 huevos
50 gr de azúcar
50 gr de harina

Bomba de pistacho:

50 gr de pistachos pelados
200 ml de nata para montar (35% M.G.)
60 gr de azúcar
1 1/4 hojas de gelatina (2,5 gr)

Merengue suizo:

90 gr de claras de huevo
140 gr de azúcar

Mousse de fresa:

500 gr de fresas
90 gr de azúcar
400 gr de nata semimontada con 60 gr de azúcar
6 y ½ hojas de gelatina (13gr)

Preparación:


Base de bizcocho (en microondas y en horno):

Batir los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen, a ser posible con batidora de varillas eléctrica, pues montan mucho mejor y se nota la diferencia en el acabado.
Añadir la harina tamizada con movimientos envolventes. 
Engrasar un recipiente apto para microondas y ponerlo 2 minutos y medio a 900W. 
Yo usé un molde desmontable para microondas de 23 cm.
También podéis hornearlo en el horno si no disponéis de ningún molde apto para microondas, en horno precalentado a 180ºC durante 8 minutos aproximadamente o cuando se vea dorado y al pincharlo el palillo salga limpio.

Bomba de pistacho: 

Triturar los pistachos con la mitad del azúcar y la mitad de la nata hasta obtener una crema fina. 
Hidratar la gelatina y desleírla en un cacito a fuego bajo con un poco del agua en el que estaba teniendo cuidado de que no hierva.
Ir añadiendo a la gelatina la crema de pistacho, cucharada a cucharada, integrando perfectamente cada una antes de añadir otra.
Montar los otros 100 ml de nata con el azúcar y mezclar con la crema en dos veces, con movimientos envolventes. (Con estas cantidades salen unos 450 ml de mousse. Yo añadí media clara a punto de nieve, pero creo que no es necesario).
Forrar un bol o tupper con film de cocina y verter en él la crema. El bol que sea pequeño para que quede en el centro de la tarta.
Llevar a la nevera hasta que cuaje y una vez cuajado meterlo en el congelador y congelar. 

Merengue suizo (tradicional y Mycook):
 
Mezclar las claras y el azúcar y calentar al baño maría a fuego lento hasta los 50º.
Montar con la batidora hasta que la mezcla esté firme y enfríe. Reservar. 

Si lo haces en Mycook poner la mariposa y las claras a batir 3 min. temp. 50º, vel. 4 y después 3 minutos más sin temperatura. Reservar. 

Mousse de fresas: 
 
Triturar las fresas con el azúcar (se puede pasar por un colador muy fino si queremos quitar las semillas, pero no es necesario).
Calentar 100 gr del puré de fresas resultante y disolver en un poquito de agua las hojas de gelatina hidratadas y escurridas a fuego lento. Mezclar muy bien con el resto del puré de fresas.
Incorporar el merengue suizo y mezclar para aligerar la masa con movimientos envolventes. Añadir la nata semimontada también con movimientos envolventes, en tres veces, con movimientos más suaves cada vez para que la mezcla pierda el menor aire posible.

Montaje de la tarta:

(Yo utilicé un aro de 23cm de diámetro).
Cortar la base de bizcocho si es necesario para adaptarla a la medida del molde o aro que vayáis a utilizar.
Poner una tira de acetato por el interior del aro (yo corté varios trozos de una hoja y los pegué con celo). Esto ayuda a desmoldarla y hace que las fresas se adhieran mejor. 
 
Sobre el plato en que vayamos a servir la tarta colocar el bizcocho, ajustar el aro (el acetato se ajusta mejor) y colocar centrada la mousse de pistacho congelada.
Para este tamaño se necesitan unos 350 gr de fresas medianas para poner en la vuelta. Cortar plana la parte del tallo haciéndoles una base, y luego por la mitad a lo largo.
Colocarlas bien pegadas al aro y rellenar con la mousse de fresas. Dejar cuajar en la nevera, mejor de un día para otro. 


Decorar como más os guste, con fresas, pistachos, sirope de fresa...
 
Os sobrará algo de mousse, que podéis poner en unas copas, o congelarla y os quedará un helado muy rico. 

Fuente: Yerbabuena, MR

miércoles, 27 de abril de 2016

CHAMPIÑONES AL AJILLO (RECETA TRADICIONAL Y AMC)

Una receta que nos sirve tanto para picar, como guarnición, o incluso para añadírselos a una pizza por encima, a un plato de pasta...tiene mil usos, y si os gustan los champiñones os encantará.



Ingredientes:

300 gr de champiñones
3 dientes de ajo
Perejil
3 o 4 cucharadas de aceite de oliva
Sal
Pimienta negra
Cayena si nos gusta que piquen

Preparación:

Limpiamos los champiñones, cortándoles el pie y a ser posible sin pasarlos por agua, sólo con ayuda de un trozo de papel de cocina húmedo o un paño limpio humedecido.
Los picamos con el cuchillo como más nos guste, en cuartos o en láminas como hice yo y los reservamos.
Picamos los dientes de ajo en láminas o como más nos guste.
Ponemos una sartén al fuego con 3 cucharadas de aceite de oliva y añadimos los dientes de ajo con el aceite frío, cuando comiencen a dorarse añadimos los champiñones y la cayena si nos gusta que piquen, salpimentamos y sofreímos hasta que estén hechos y se haya evaporado el agua que sueltan.
En el último momento añadimos el perejil picado, removemos y servimos.



Preparación en AMC:

Piezas recomendadas AMC para preparar la receta:
Wok o Sabor de 24 cm
Wok o Sabor de 28 cm
Sartén de 24 cm
Sartén de 28 cm

Limpiamos los champiñones, cortándoles el pie y a ser posible sin pasarlos por agua, sólo con ayuda de un trozo de papel de cocina húmedo o un paño limpio humedecido. Si no podemos evitar lavarlos los escurriremos bien con ayuda del accesorio centrifugador de nuestra picadora para que no queden restos de agua.

Picamos los champiñones con el cuchillo como más nos guste, en cuartos o en láminas como hice yo y los reservamos.

Picamos los dientes de ajo en láminas o como más nos guste. Podemos hacerlo usando nuestra picadora AMC si los queremos picar muy finos.

Ponemos la pieza de AMC que hayamos elegido (en mi caso el wok), añadimos el aceite de oliva y los dientes de ajo con la pieza en frío (si queremos darles un toque picante añadimos la cayena también en este momento), tapamos y la ponemos a calentar a fuego medio-fuerte (Navigenio al 5) hasta el símbolo de chuleta (colocamos el avisador).

Cuando nos avise de que ha llegado al símbolo de chuleta y esté caliente, comprobaremos que el ajo se ha dorado, quitamos la cayena si se la hemos añadido y bajamos el fuego 2 puntos (Navigenio al 3) añadimos los champiñones laminados, los extendemos con ayuda de una cuchara, salpimentamos y volvemos a tapar. Colocamos el avisador de nuevo en el símbolo de chuleta y cuando nos avise destapamos, secamos el líquido de la tapa, apagamos el fuego y terminamos de saltear hasta que estén a nuestro gusto.

Por último añadimos una pizca de perejil picado y servimos.

Si añadimos unos huevos batidos en este momento, y los cuajamos con el calor residual nos queda un revuelto espectacular.

Ventajas de preparar la receta en AMC:

El uso del aceite es opcional, pero si lo usamos tenemos la certeza de que no se va a saturar gracias al cocinado sin altas temperaturas, esto también hace que los alimentos conserven mejor sus propiedades y nutrientes por lo que tendrán más sabor sin necesidad de usar tanta sal.
Cocinamos tapado por lo que no necesitamos usar la campana extractora, nuestra tapa hace de campana extractora, evitando humos, olores y ruidos.
Ahorramos energía gracias a que los alimentos se cocinan en mucho menos tiempo gracias a nuestro sistema y necesitamos menos potencia de calor gracias a los fondos de nuestras cazuelas y sartenes.